por Carolina Vega
"Fue el orgullo de ambos partidos lo que desató todo esto": Pascual Jiménez, presidente municipal de La Magdalena Tlatlauquitepec. Foto: Justo H. Ortega |
LA MAGDALENA TLATLAUQUITEPEC, Pue.- Los carteles de propaganda política colocados por los partidos que contendieron en las elecciones del domingo pasado están rotos o arrancados en este municipio. La palabra en náhuatl que da nombre al segundo pueblo más pequeño de Puebla significa "el cerro que arde". Sin embargo, el miércoles pasado fueron las boletas electorales las que se incendiaron. Sólo tres días después de que se celebraran los comicios, los votos de las 595 personas que acudieron a elegir candidato se convirtieron en ceniza.
Con la misma gasolina usada en las labores de pirotecnia, primera industria del lugar y que consigue aminorar la tradicional inmigración de los habitantes a Estados Unidos, los vecinos quemaron las boletas electorales. La razón fue una imposibilidad estadística que culminó en lucha bárbara. Por primera vez en la historia del municipio, la coalición 5 de Mayo y la alianza Puebla Unida coincidieron en el mismo número exacto de votos: 228.
Ayer el Instituto Electoral Estatal (IEE) de Puebla contabilizó los votos a partir de las actas de cómputo que sobrevivieron al incendio. La institución dictaminó que en La Magdalena de Tlatlauquitepec los resultados electorales quedaron de la siguiente manera: Teódulo Castillo, candidato de Puebla Unida, se hizo con la victoria al reunir 230 votos -228 de la alianza Puebla Unida, un voto de Movimiento Ciudadano y un voto del Partido de Integración Social (PSI) ya que las tres fuerzas presentaban candidatura conjunta-. En segundo lugar, quedó la Coalición 5 de Mayo con 228 votos y, por último, 130 fueron para el Partido del Trabajo (PT). Además, el organismo comunicó el conteo de siete votos nulos. No consideró necesario, en ningún caso, repetir los comicios.
Sin embargo, los vecinos pidieron una nueva celebración extraordinaria de las más agitadas elecciones que se recuerdan en el pueblo. A diferencia de dichas elecciones, la campaña electoral, se desarrolló con tranquilidad. En el municipio, perteneciente al Distrito 23 con cabecera en Acatlán de Osorio, Teódulo Castillo pidió los votos a sus vecinos, mientras que Eleuterio López Aguilar, candidato de la coalición 5 de Mayo, anunció sus propuestas. Miguel Solís, candidato del PT, fue el tercero en una disputa que no arrojó ningún incidente significativo.
La tranquilidad que hasta el mismo domingo respiraba el pueblo poco a poco se tornó a lo largo de la semana en un conflicto encarnizado entre unos vecinos que suelen compartir apellido o parentesco lejano. "Fue el orgullo de ambos partidos lo que desató todo esto", explicó visiblemente cansado Pascual Jiménez, presidente municipal de La Magdalena Tlatlauquitepec. Jiménez negó recordar algún episodio parecido desde que ganó la presidencia del lugar, encumbrado por el Partido Acción Nacional (PAN) al que pertenece. Tampoco antes. "Es un pueblo muy tranquilo", insistió. "Aquí nunca pasa nada".
Sin embargo, el miércoles sí pasó. Un miembro del Consejo Municipal Electoral, que prefiere no ser identificado por miedo a represalias, explicó que ese mismo día se planeó el recuento voto a voto de las papeletas para resolver el empate. La expectación congregó a las afueras del edificio electoral a la mitad del pequeño pueblo. Tras realizar el recuento detallado, las cifras seguían sin arrojar luz a la contienda: 228 votos para la coalición 5 de Mayo, 228 votos para la alianza Puebla Unida, 130 para el Partido del Trabajo (PT) y siete votos nulos.
"Propuse entonces enviar las boletas al tribunal electoral para que decidieran ellos", afirmó en entrevista a El Sol de Puebla. "Pero el resto de personas del Consejo prefirieron utilizar cuatro de las papeletas nulas". Según siempre la narración de este miembro del Consejo, que no concuerda con la ofrecida por el IEE, el presidente del mismo, Filemón Román, decidió adjudicar tres de las papeletas nulas a Puebla Unida, al mismo tiempo que concedía una a la coalición 5 de Mayo. El representante de este último partido abandonó las oficinas del Consejo Municipal electoral en desacuerdo con el supuesto fraude.
Pascual Jiménez negó, sin embargo, que se hubiera producido ninguna estafa en el recuento de los votos: "Fue decisión del Consejo Municipal dar esas boletas a cada partido. Esa fue la decisión y ya está".
Lo cierto es que, tras la salida del representante electoral, siete personas permanecieron dentro de la pequeña casa blanca discutiendo acaloradamente. "De pronto, empezó a entrar mucho humo por la puerta. No se podía respirar. No sabíamos qué pasaba. Creí que me asfixiaba", narró el miembro del Consejo, que minutos después de notar el humo consiguió salir de las oficinas. "Afuera la gente se golpeaba. Otros trataban de apagar el fuego con extinguidores".
Sobre el origen del fuego hay versiones encontradas. Marisela, vestida con una camiseta blanca con el logotipo de la coalición 5 de Mayo, afirmó tenerlo claro. "Fueron los del PAN quienes empezaron el incendio, no les interesaba llevar las boletas al otro lado para que las contaran bien", afirmó la mujer, quien prefirió no facilitar su apellido.
Uno de los regidores del presidente municipal, quien tampoco quiso dar su nombre en sintonía con el ambiente de miedo y prudencia que vive el pueblo desde el miércoles pasado, está convencido de lo contrario. "Fueron los del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por no ganar. Se molestaron e incendiaron todo", explicó.
Apenas unos días después de lo ocurrido el ambiente de crispación continúa. De momento, el ayuntamiento está cerrado y no recibe el trabajo de ninguno de los siete regidores, según cifra aportada por Abraham Cabrero, regidor de Ecología. "Sólo dos de nosotros somos del PRI", señaló, más preocupado porque se conociera el pueblo por las cataratas naturales que enmarcan su paisaje.
Nadie supo o quiso decir quién prendió la mecha que acabó con los papeles electorales. A Sabina, vecina que apoyó a la candidatura de López Aguilar, tampoco parece importarle mucho. "Fue lo mejor. Ni para uno ni para otro. Que se quemen y a empezar de nuevo. Eso sí, ahora con transparencia", reclamó. Los aplausos que se escucharon por las calles de La Magdalena Tlatlauquitepec tras el incendio de las boletas y que muchos achacaron a los seguidores de ambos partidos parecieron confirmar estas últimas palabras.